Este fue el primer y mejor documental del Fidocs. Es monumental. Son pocas las palabras que caben para describir esta obra que tiene un carácter indimensionable. Otra vez se siente la libertad de la Varda a la hora de filmar y trabajar el lenguaje audiovisual como si no tuviera límites (intrínsecos o propios). Esto es cine en su estado puro. Es una mujer sin ataduras, prejuicios ni manipulaciones de ningún tipo. Una clase de cine. Par ver y para hacer. Un homenaje a su propia vida (carente de egolatría). Una fiesta documental. Una clase de guión. Un huracán de libertad. Una explosión de pasión.
Si la ve en la calle, cómprela. Si la pilla en internet, bájela. Si la tiene entre sus manos, véala.